+
+
+
El Sagrado Corazón de Jesús ha sido un refugio para mi alma. Llegué en un momento de gran dificultad, y aquí encontré la paz que tanto necesitaba. La comunidad me acogió con los brazos abiertos, y a través de las misas y la catequesis, mi relación con Dios se ha fortalecido como nunca antes.
Cuando comencé a participar en las obras de caridad de la iglesia, no solo sentí que estaba ayudando a los demás, sino que también descubrí una nueva vocación en mi vida. El amor que compartimos con los más necesitados me ha transformado profundamente. Aquí encontré un hogar espiritual y una misión que me llena de esperanza.